Bomba atomica hiroshina y nagasaki
El 9 de
agosto, una segunda bomba se dejaba caer en suelos japoneses: esta vez era el
turno de Nagasaki, localidad
portuaria del sudoeste del país del sol naciente.
Durante la mañana de ese día jueves, el Bock’s Car, un solitario bombardero
B-29 de la fuerza aérea estadounidense, dejó caer sobre Nagasaki un proyectil
atómico equivalente en potencia explosiva a 22 mil toneladas de dinamita. Pocos
segundos después y a unos 500 metros antes de tocar suelo, la gran nube mortal
del hongo atómico se dejó ver a cientos de kilómetros. Su
terrible consecuencia fue que alrededor de 150.000
personas, de las 275.000 que habitaban la ciudad, murieron inmediatamente o
quedaron gravemente lesionadas. Por su parte, la infraestructura de la ciudad
de Nagasaki quedó con más del 40% en estado de destrucción, pues buena
parte de sus construcciones no pudo resistir la presión que se generó bajo el
manto radiactivo de la bomba.
Hiroshima y Nagasaki: ¿era necesario?
Breve
artículo que te acercará a las causas que determinaron el bombardeo atómico a
las dos ciudades japonesas y sus terribles consecuencias.
Las relaciones internacionales y la
Segunda Guerra Mundial
Aquí
encontrarás una presentación que resume esquemáticamente las relaciones
internacionales durante el período de entreguerras, el desarrollo de la Segunda
Guerra Mundial y las consecuencias demográficas, económicas y políticas de este
conflicto bélico.
El Bombardeo a Hiroshima y Nagasaki
Actividad
didáctica en base a un texto que permite profundizar en las consecuencias de la
Segunda Guerra Mundial a partir del episodio del bombardeo atómico a las
ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Consecuencias
Planes para más ataques atómicos
Véase también: Operación Downfall.
Los Estados Unidos esperaban tener otra bomba atómica lista para ser
utilizada durante la tercera semana de agosto, tres más en el mes de
septiembre y otras tres para octubre.El 10 de agosto el Mayor General Leslie Groves, director militar del Proyecto Manhattan, envió un memorándum al General del Ejército George Marshall en el que se leía: «la siguiente bomba... deberá de estar lista para entregarse al primer clima adecuado, después del 17 o 18 de agosto». Ese mismo día, Marshall endosó el documento con el comentario «No se soltará sobre Japón sin la orden expresa de la administración». En el Departamento de Guerra se llevaba además un debate sobre conservar la producción de las bombas atómicas hasta que se llevara a cabo la Operación Downfall, la invasión a Japón.
Rendición de Japón y subsecuente ocupación
El 9 de agosto el consejo de guerra aún insistía en defender sus cuatro condiciones para admitir la rendición del país. Ese día, el Emperador Hirohito ordenó a Koichi Kido controlar rápidamente la situación, que adquiría tintes trágicos tras la declaración de guerra de la Unión Soviética. El Emperador mantuvo una conferencia durante la cual autorizó al Ministro Shigenori Tōgō para notificar a los Aliados que Japón aceptaría los términos de la rendición con una sola condición: que no se comprometiera ni exigiera ningún detrimento a la prerrogativa de su majestad el Emperador como gobernante soberano.El 12 de agosto el Emperador informó a la familia imperial su decisión de rendirse. Uno de sus sobrinos, el Príncipe Asaka preguntó si la guerra continuaría si la kokutai no se preservaba. Hirohito únicamente contestó.